Observación general 

En una época de descontentos monumentales, Lina Meruane – en su texto “Contra los hijos”– se propone no ser una espectadora pasiva de un tema que no ha sido observado a profundidad como se merecería: la complejidad de la maternidad.

El título más que nacer de un deseo de provocar y querer parar la reproducción de la especie, representa una búsqueda de la autora de un título contrariante debido a la editora mexicana pequeña para la que en un principio fue escrito. Lina decidió escoger el tema de la antimaternidad, que es su condición actual.

El ensayo no se manifiesta, realmente, contra los hijos ni contra las madres sino contra la tendencia histórica de volver hacia un tipo de madre muy castigada, a la cual se le echan todas las culpas [post Freud] y a la cual no se le permite tener otras ambiciones que criar, amamantar, etc., etc. Se supone que la mujer está, hoy en día, más liberada que antes, pero –ante el ojo sociológico de Meruane- trabajan más que antes. Aquellos que cuidan, así reflexiona Meruane, se convierten en esclavos de aquellos a quiénes protegen.

Los hijos, por otro lado, pasaron [a nivel social] de ser parte del sustento económico familiar a ser un cliente, un consumidor. Este “cliente” – a momentos- tiene sólo derechos y pocos o ningún deber. Como el estado [en la era capitalista] ya no le asegura un futuro al niño, el niño se convierte en el proyecto de los padres. Y estos padres son responsables de todas las protecciones que este ser necesite. En esta instancia se empieza a gestar una objetivización de las relaciones, ya que el traer hijos al mundo se empieza a convertir en un producto más que debo adquirir sin consciencia, en ocasiones, de todos los cuidados imprescindibles que este “artículo” requiere.

Este texto lanza, entonces, una observación y una advertencia. Esta última es observar la manera en la que estamos funcionando en este sistema social. Lo importante es entender que estamos dentro de un sistema y que estamos siendo “empujados” en una dirección & deber de cada cual es poner el límite que considere adecuado. La lección, sería acá, no ser arrastrado o dejarse “arrastrar” sin consciencia de que esto está pasando.

Observación específica 

Este libro tiene frases que son pura dinamita, porque no se está con medias tintas a la hora de hacer un llamado de atención sobre la generación de niños “tiranos” que están “reinando” sus entornos, rodeados de adultos, muchas veces, incapaces de ponerles sanos límites a sus menores.

Ejemplos de citas del libro: 

  • <<Si a una niña se le regala una muñeca se le está regalando por añadidura su maternidad>>, advierte la escritora chilena Diamela Eltit. <<Si a un niño se le da un autito lo que se le regala es la capacidad de manejar. La capacidad de seguir un camino y encabezarlo.>> Quien no pueda conducir deberá ser conducido, y las mujeres son empujados a su destino materno
  • …las condiciones que el mundo les impone a las mujeres libres son demasiadas
  • … la difícil realidad que se oculta detrás: la enorme desolación de la madre que se queda en casa y la creciente culpabilización de la que logra salir
  • …encontró docenas de mujeres que le hablaron de un arrepentimiento contrario: el de haber parido. Hablan de haber cometido un error indecible. Hablan de ataduras. De desear retroceder en el tiempo. Más que hablar se desahogan por primera vez ante la socióloga israelí Orna Donath
  • El conflicto es que se pasa del self – interest (interés propio) al self-lessness (altruismo), que si no se cumple con lo segundo se la acusa de self-ishness (egoísmo)
  • “El apuro en el que vivo me enloqueceNo tengo tiempo para dedicarme a la contemplación de nada ni de nadie. Es horrible”.
  • “…la desaparición de la norma, la extinción del necesario no, el funeral de las sanciones, la ausencia de toda noción de límites a las crecientes demandas de los hijos”. 
  • “…antes eran el padre y la madre quiénes detentaban el poder, ahora son los hijos quiénes mandan, exigiendo, como nunca, sumisión e incondicionalidad absoluta de sus padres”.  

Meruane desmenuza, realmente, el tema de la maternidad, tocando el aspecto de los tipos de madres, las expectativas sociales con respecto a las mujeres, “el encierro doméstico”, la negación del conflicto interno con respecto a la maternidad, etc.

Este ensayo es una buena medida contra el autoengaño masivo de la “super madre = super feliz” o de “una mujer sólo es feliz cuando tiene hijos”, “bueno ya te van a dar ganas”, “no puedes ir contra el instinto materno” y frases por el estilo. Este libro no trata – en realidad – de pronunciarse en contra de tener hijos, pero sí en contra de normalizar ciertas convenciones sociales tácitas y de tratar de “no normal”, de “enfermo/a”, de “incompleto/a” a todo aquel [aquella], en este caso, que ose ir en contra de estas convenciones sociales optando por caminos de vida no tradicionales.

En la sociedad no se habla mucho, finalmente, del paso de la niña a la adultez, debido a lo cual no se socializan [más allá del mainstream] diversos modelos de vida que las que se convierten en mujeres pudiesen tomar de acuerdo a sus preferencias, sus necesidades, sus habilidades. No se habla suficiente de las legítimas inquietudes intelectuales, del trabajo duro, del éxito que puede sentir como necesidad una mujer sin tildarla de individualista. ¿No es individual todo deseo y su ausencia? nos pregunta Meruane.

El objetivo final del libro, según mi perspectiva, es animar al otro a ser como es, asumiendo toda contrariedad, pero también todo acierto posible.

Escrito por:arteterapiaec

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